ALBISTEAK

El testarazo de Aiert da ventaja al Beasain

Tras superar muy honrosamente la primera eliminatoria del play-off de ascenso Segunda B contra La Hoya Lorca B, Loinaz volvió a ser ayer un fortín. El Beasain, llenó nuevamente el graderío y el terreno de juego, y sigue colmando de ilusión y optimismo a su afición. Ayer lo hizo al vencer in extremis a un buen Cacereño (1-0) en el partido de ida de la segunda eliminatoria. El tanto en el minuto 93 de Aiert supuso el broche de oro a unas potentes Loinatz Jaiak que ayer bajaban el telón.

En un terreno de juego muy embarrado por las últimas lluvias, el Beasain logró su principal objetivo: ganar y no encajar un gol. Sin embargo, hubo que esperar al descuento, cuando un buen cabezazo de Aiert marcó la diferencia de cara al partido de vuelta, que se jugará en el estadio Príncipe Felipe este próximo domingo.

El sorteo efectuado el pasado lunes cruzaba a la SD Beasain con el Club Polideportivo Cacereño. Era un equipo temido por los datos que señalaba la tabla clasificatoria de su grupo, en la que se reflejaban sus 92 puntos, con 81 goles a favor y encajando solo 16. Y así se mostró ayer, como un equipo con mucho oficio, con jugadores veteranos, bien plantados en el campo y que se adaptaron a la perfección al embarrado municipal de Loinaz.

El míster vagonero, Urtzi Arrondo, horas antes del partido remarcó la necesidad de «no encajar goles para viajar con mayor tranquilidad a Cáceres». El técnico era consciente de que iba a ser «una eliminatoria complicada y disputada. Se trata de un rival muy difícil, con jugadores de mucha experiencia en este tipo de partidos». Y así fue, pero el Beasain volvió a ser un férreo en la zaga, con un Jon Iturbe que salvó unas cuantas ocasiones de las que habitualmente se canta gol.

Un rival con mucho oficio

Los cacereños se plantaron en Loinaz con el objetivo primordial de marcar, de abrir el marcador a su favor y llevarse un resultado positivo a Extremadura, pero no lo consiguieron. Mostraron mucho oficio en el campo y en ocasiones lo hicieron con un juego un tanto marrullero.

En la primera mitad el equipo vagonero se distinguió por sorprender a los hombres de verde a través de rápidos contraataques, que no consiguieron mover el marcador. Especialmente activo estuvo Jon Ander de cara a la portería visitante, pero sin lograr perforarla. El Cacereño también tuvo su ocasión con un tiro lejano de Francisco Fernández.

A la vuelta de vestuarios, el Cacereño se plantó en el maltrecho terreno de juego de Loinaz bastante más adelantando, intentando buscar balones aéreos para tratar de aprovechar la altura de sus jugadores.

Sin embargo, el primer aviso lo dio Claver, al poco de la reanudación con un remate a la media vuelta que detuvo Juan Manuel.

Cualquier acción de uno u otro equipo podía determinante. En un partido muy igualado y muy cerrado entre ambas escuadras, los pequeños detalles y el acierto inclinarían la balanza hacia un lado u otro.

El Beasain llevó el peso de juego, pero el Cacereño tuvo una ocasión en el minuto 83 que malogró Fernando Pino.

Un gol para la esperanza

Cuando todo parecía que iba a terminar en tablas, llegó el esperanzador gol en el descuento. El colegiado, el cántabro Diego Bolado, decidió prolongar el encuentro tres minutos. Pese al corto espacio de tiempo, el Beasain siguió creyendo y presionó al Cacereño en busca de un gol que alimentar la esperanza del ascenso de cara al partido de vuelta.

Fue a través de un saque de falta realizado por Orue cuando Aiert, de un gran testarazo, lograba estrellar el esférico en las redes defendidas por Juan Manuel. El Beasain lograba así el 1-0, y el delirio se apoderó de Loinaz, del graderío y del terreno de juego, dejando muy tocado al Cacereño. No dio tiempo para más.

Tras el pitido de final, el graderío se volcó con su equipo, mientras los jugadores y técnicos vagoneros se abrazaban de alegría.

Ahora todas las miradas se posan sobre el próximo domingo, jornada en la que se disputará el partido de vuelta en el cacereño estadio Príncipe Felipe. Mientras, Loinaz sigue esperando a concluya el play-off para iniciar las obras de ampliación del terreno de juego (ganará 3 metros a lo ancho) y de la colocación de césped artificial.

Fuente: El Diario Vasco (Juantxo Unanua)